ENFERMEDADES DE LA PIEL
SARAMPIÓN
Erupción cutánea precedida y acompañada de dolor de cabeza, hastío, fiebre, coriza, rubicundez de los ojos y lagrimeo, y cuyos caracteres son: manchitas encarnadas, un poco salientes, parecidas a las picaduras de pulgas, separadas unas de otras por espacios en los cuales la piel conserva el color natural; se manifiestan del tercero al quinto día de la invasión de la fiebre, primero en la cara, después en el cuello, pecho, miembros superiores, abdomen y miembros inferiores.
Esta enfermedad es contagiosa, ataca una sola vez y dura de siete a ocho días. Las manchas desaparecen por el orden mismo de su manifestación, y son seguidas de la descamación de la epidermis.
Tratamiento.
El sarampión que recorre regularmente sus períodos solo exige un tratamiento higiénico, infusiones templadas de saúco, borraja, flores de malva, etc., con azúcar o jarabe de goma. Looc blanco. Dieta. Temperatura suave. Guárdese el enfermo del frío.
Si la erupción viniese lentamente, adminístrese la infusión de menta. Poción sudorífica simple, poción sudorífica de Foy. Poción con carbonato de amoníaco. Poción de acónito.
Contra la bronquitis que a veces acompaña al sarampión, adominístrense 50 centigramos de ipecacuana y jarabe de lactucario.
Si el sarampión estuviese acompañado de los síntomas de la meningitis, recúrrase a las sanguijuelas y demás medios indicados en esta última enfermedad. Prescríbanse, por el contrario, los estimulantes internamente, y los sinapismos cuando exista el estado adinámico.
Si la erupción cutánea desaparece repentinamente, provóquese con baños calientes, o baños de vapor y bebidas sudoríficas, tales como la infusión de borraja o de saúco.