ENFERMEDADES DE LOS ÓRGANOS FEMENINOS

CÁNCER DE ÚTERO

Casi siempre principia por el cuello del útero, y desde aquí se propaga al cuerpo del órgano, que raras veces es invadido primero.

Síntomas: Dolores uterinos, irregularidad en la menstruación, flujo mucoso sin olor al principio, fétido más tarde, hemorragias uterinas frecuentes; la fisonomía adquiere un color especial, una palidez excesiva con la tez amarillenta que es propia al cáncer.

El espéculo nada descubre si el cuello no está invadido; pero si el sitio del cáncer se halla en el cuello, se descubre un tumor irregular con abultamientos. Cuando hay úlcera, esta presenta todos los caracteres de las úlceras cancerosas.

El cáncer del útero, difícil de ser reconocido al principio, puede confundirse con:

1° La metritis crónica; pero, en esta afección, el cuerpo del útero está muy desarrollado, cuando el cuello está aun intacto; en la inflamación del cuello, el endurecimiento es más uniforme, la leucorrea no es fétida, los dolores son menos vivos y se aplacan guardando la posición horizontal.

2° Las ulceraciones, las granulaciones del cuello del útero son menos profundas o menos salientes que en el cáncer.

3° Los pólipos, los cuerpos fibrosos del útero, los quistes, las fungosidades uterinas, pueden al principio ser tomadas por cánceres; pero el curso de la enfermedad es esencialmente distinto.

Estas alecciones no comunican a la constitución de las enfermas señales tan profundas como la degenerescencia cancerosa; principian por el cuerpo del útero, cosa que es la excepción en el cáncer; cuando se manifiestan en el cuello, pueden ser reconocidas fácilmente por medio del espéculo o del dedo.

Tratamiento.

Estando invadido el cuerpo del útero, no se puede hacer otra cosa sino usar del tratamiento paliativo: combátense las metrorragias con inyecciones de solución de percloruro de hierro, con solución de sulfato de hierro, con solución de tanino, con paños mojados en agua fría y aplicados en el vientre; el mal olor con inyecciones de solución de cloruro de cal, con licor de Labarraque mezclado con agua tibia, o con agua fénica; los dolores con inyecciones de infusión de adormideras, de hojas de cintila, con opio tomado internamente.

Pero si el cáncer existe solo en el cuello, dos operaciones pueden intentarse:

1° La cauterización con pasta de Canquoin, o con el cáustico de Philos.
2° La amputación del cuello.

Úsense frecuentemente baños generales o locales de agua tibia.