ENFERMEDADES DE LOS ÓRGANOS FEMENINOS
ADENOMAS DE LAS MAMAS, TUMORES ADENOIDES O FIBROSOS
Su estructura es parecida a la del tejido mamario; esto es, presentan los elementos del tejido glandular, por lo que le ha sido aplicado el nombre de tumores adenoides o el de adenomas, de las palabras griegas aden, glándula, y eidos, forma. Haseles llamado también tumores fibrosos por ser duros como los cuerpos fibrosos.
Durante largo tiempo han sido considerados como cánceres. Su tamaño varia entre el de una avellana y el del puño. La apariencia es la del ganglio linfático hipertrofiado. La textura es firme, homogénea; el corle tiene aspecto lustroso y granulado; color blanco amarillento. La compresión hace salir un líquido amarillento, transparente, pero no un líquido lactecente como en el cáncer.
La enfermedad se presenta bajo la forma de un tumor movible que resbala bajo el dedo, crece lentamente, no contrae adherencias con los tegumentos ni con los tejidos musculares profundos como el escirro, de superficie irregular, dando al tacto una sensación semejante a la de un paquete de arroz; de consistencia bastante dura, no presenta la sensación de rigidez del escirro, ni la blandura del encefaloide.
No se ingurgitan las glándulas del sobaco, y la salud general se conserva bien. Por lo común, el tumor es indolente; en algunas mujeres es doloroso en las épocas menstruales.
La movilidad del tumor, la falta de adherencia de la piel que lo cubre, la falta de dolores lancinantes, la falta de fluctuación, la marcha lenta de la enfermedad, la integridad de la salud general, la ausencia de la ingurgitación ganglionar del axila, son otros tantos caracteres propios a los tumores adenoides.
El escirro nunca está aislado en la mama: se liga siempre con el tejido mamario por medio de prolongamientos más o menos numerosos; la piel se le une. El encefaloide tiene un desarrollo rápido, y va acompañado de ingurgitación axilar. Los quistes son elásticos y fluctuantes.
Los tumores adenoides quedan estacionarios durante largo tiempo, diez, quince años, toda la vida. Pero a veces se ablandan superficialmente; la piel se rubifica y concluye por abrirse. La úlcera está comúnmente limitada a la piel, sus bordes no son duros ni vueltos como en la úlcera cancerosa. Sin embargo, cuando el mal llega a este período, embaraza mucho al médico que quiere establecer un diagnóstico.
Tratamiento.
Los adenomas desaparecen a veces espontáneamente. Cuando son pequeños, emplear las fricciones con la pomada siguiente: ioduro de potasio 1 gramo, iodo 50 centigramos, manteca de cerdo 30 gramos.
Al mismo tiempo el enfermo tomará una cucharada, 2 veces por día, del jarabe siguiente: jarabe de saponaria 300 gramos, ioduro de potasio 10 gramos.
Comprimir el tumor con una ligadura conveniente. Continuar el tratamiento si el tumor disminuye de volumen. Si, por el contrario, estos medios no produjesen buen resultado, si el tumor siguiese en aumento, si se convirtiera en úlcera, hacer la extirpación. Pero si el tumor se estaciona, si causa poca incomodidad, necesario es abstenerse de toda operación.