ENFERMEDADES DEL OÍDO Y LA NARIZ

ÚLCERAS EN LA NARIZ, OCENAS

Las úlceras de la nariz pueden ser sifilíticas, escrofulosas o herpéticas.

Exigen un tratamiento íntimo y externo propio a cada especie.

En cuanto a las úlceras del interior de las fosas nasales, se denominan ozena u ocena. Están caracterizadas por el mal olor del aire expirado, y por el flujo nasal a veces poco abundante.

Tratamiento.

Báñese la nariz con la decocción de linaza. Inyecciones con disolución de cloruro de cal, con disolución de permanganato de potasa, con tintura de iodo, con agua de creosota, con agua fénica, con disolución de alumbre, con disolución de sublimado, con solución de clorato de potasa.

Estas inyecciones deben hacerse en dosis muy pequeñas, porque el enfermo podría tragarlas.

Cauterización con piedra infernal. Polvos de carbón, quina y mirra, o mezcla de subnitrato de bismuto con melisa en polvo; el enfermo usará de estos polvos como si tomara tabaco rapé.

Si la ocena depende del virus sifilítico, adminístrense los antisifilíticos.

La constitución escrofulosa reclama medicamentos tónicos, baños de mar, y baños aromáticos.