ENFERMEDADES DEL OÍDO Y LA NARIZ
TRATAMIENTO DE LA SORDERA
Si la sordera depende de la acumulación del cerumen en el oído, cosa frecuente en las personas ancianas, preciso es extraerlo con pinzas o con limpia oídos.
Si procede de la inflamación aguda o crónica del oído, recúrrase al tratamiento indicado contra estas enfermedades (otitis).
Cuando sucede a las inflamaciones de la garganta, combátese con gargarismos astringentes y demás medios indicadas contra la angina tonsilar.
Sin embargo, casos hay de sordera cuya causa no es conocida, y los cuales admiten tratamientos empíricos. Vejigatorios en la nuca. Instilación de glicerina en el conducto auditivo, de agua de creosota, de bálsamo tranquilo, bálsamo acústico, de aceite alcanforado, de gotas de aconitina. Vapores de azufre quemado, dirigidas al conducto auditivo. Fumigaciones con infusión de valeriana, romero, espliego. Insuflación en las fauces de alumbre pulverizado.
Cuando la sordera es incompleta, sus inconvenientes desaparecen en gran parte con el empleo de las cornetas acústicas. Estas son instrumentos en forma de trompeta, hechos de plata, cobre, goma o cautchuc vulcanizado.
Una vez introducida la abertura pequeña en el conducto auditivo, las ondas sonoras, que penetran por la abertura ancha, llegan en mayor número al oído.
Las mejores cornetas acústicas tienen 15 a 20 centímetros de largura; las conchas auditivas pequeñas, adaptadas al pabellón de la oreja, agradan por su poco volumen, pero no dan grandes resultados.