ENFERMEDADES DEL OÍDO Y LA NARIZ
ROMADIZO O CATARRO NASAL
Inflamación catarral de la membrana mucosa de las fosas nasales.
Tratamiento.
Bebidas emolientes y sudoríficas, como las infusiones de flores de malva, violeta, saúco, etc. Pediluvios sinapizados. Fumigaciones con vapores de agua caliente.
Untar la nariz y el labio superior con aceite de almendras dulces; coldcream, cerato, glicerina o con pomada alcanforada. Pasar más o menos rápidamente por debajo de la nariz un frasco con amoniaco líquido.
Hacer lociones, con frecuencia repetidas, dentro de la nariz, con agua fría pura, o mezclada con aguardiente alcanforado, o con solución de sulfato de zinc (agua común, 100 gramos; sulfato de zinc, 30 centigramos). Introducir en la nariz el alcanfor tomado en polvo como el rapé, un paño mojado en la tintura de iodo.
Si el romadizo atacase a un niño de pecho, y fuese bastante intenso para llegar a tapar casi completamente las ventanas de la nariz, el niño no podría mamar, porque así que tomaría el pecho no le quedaría medio de respirar: preciso es entonces sustituir, por uno o dos días, la lactación natural con la leche administrada a cucharaditas, lo cual no ocasiona una oclusión completa de la boca.
Limpiar a menudo las ventanas nasales a los niños de pecho, emplear fumigaciones con infusión de flores de malva. Untarles las narices con sebo o con coldcream.