ENFERMEDADES DE LOS MÚSCULOS Y LAS ARTICULACIONES

TUMOR BLANCO DE RODILLA

Síntomas.

Peso articular, dolor que ocupa la rodilla en parte o en totalidad, tegumentos pálidos, tensos; hinchazón circunscrita, resistente, elástica o dura; dolor que incomoda menos por la presión que por los movimientos; movimientos difíciles; pierna doblada, inmóvil. Al cabo de cierto tiempo, rubicundez de la piel, tensión extraordinaria, aberturas fistulosas produciendo un pus fétido, que contiene a veces restos de huesos si hay caries.

Tratamiento.

Comprimir la rodilla e inmovilizarla. Al efecto se rodean el pie, la pierna y la rodilla con seis o siete hojas de algodón en rama que se comprimen por medio de una venda; esta se cubre con otra venda empapada en solución de dextrina. El miembro es condenado a la inmovilidad hasta la cura.

Este aparato puede ser aplicado en todos los períodos de la enfermedad. Bueno es renovarlo cada tres o cuatro semanas, a excepción de cuando un dolor algo vivo obligue a quitarlo inmediatamente.

También ha sido empleada la cauterización. Esta consiste en tocar ligeramente la superficie de la rodilla con hierro caliente, trazando líneas paralelas al eje del miembro.

Son útiles también las fricciones con pomada de ioduro de potasio, con linimento de Rosen, y con tintura de iodo; vejigatorios volantes. Vejigatorio Albespeyres.

Si estos diferentes medios no produjeran la cura, si resultasen fístulas, si la supuración fuera abundante, si el enfermo enflaqueciese considerablemente, para conservar la vida no quedaría más que un medio: la amputación.