ENFERMEDADES DE LOS MÚSCULOS Y LAS ARTICULACIONES
GOTA
Enfermedad caracterizada por dolor, hinchazón y rubicundez de las articulaciones pequeñas, y que al principio casi siempre ocupa la articulación del dedo gordo del pie. Suele ser aguda o crónica.
Se manifiesta bajo la forma de accesos, en número de tres o cuatro, que constituyen un ataque de gota, teniendo cada uno de ellos una duración media de 14 días. Durante estos accesos, las orinas contienen gran cantidad de ácido úrico, el cual se deposita, cuando las orinas se enfrían, bajo la forma de arenillas.
El acceso de gota aguda se anuncia por dispepsia, inquietud nerviosa, y principia violentamente de noche con dolores terribles en el dedo gordo del pie, en el calcañar, o en una de las articulaciones del pie; después, al cabo de dos o tres días, en las articulaciones del otro pie.
Este dolor va acompañado de tumefacción, de rubicundez en la articulación y de fiebre; dura hasta la mañana del día siguiente, disminuyendo un poco, y deja dormir al paciente que despierta un tanto satisfecho, sin pensar que nuevos dolores le asaltarán la noche siguiente, y del mismo modo durante muchos días; de suerte que el ataque de gota se compone de una serie de accesos de dolores que disminuyen cada día, desde el primero hasta el último, por espacio de una, dos u más semanas.
En el segundo ataque de gota, el dolor no ocupa los pies únicamente, sino también las rodillas, el anca, a veces las manos y las coyunturas grandes del brazo.
La gota aguda desaparece a veces para no volver mas, o, por el contrario, vuelve al cabo de dos años, y de este modo termina por la resolución o por la gota crónica.
En la gota crónica, la fiebre es menor; los ataques menos dolorosos pero mucho más duraderos.
La gota crónica es seguida muchas veces de la deformación de las articulaciones, y de las incrustaciones (tophus) que se depositan en su interior, y están compuestas de ácido úrico, sosa, cal y cloruro de sodio.
Estas concreciones, las deformidades articulares, y las arenillas que se muestran en las orinas, separan completamente la gota del reumatismo.