ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO Y LOS INTESTINOS

HERNIA UMBILICAL

Hernia umbilical congénita.

Si es de poco tamaño es reducible; pero si es voluminosa no siempre es reducible.

Cuando es pequeña se reduce y se contiene con faja o cinto, cuando el período inflamatorio de la caída del cordón haya pasado. En el caso de las hernias voluminosas, preciso es contar con los esfuerzos de la naturaleza y ayudarla merced a un tratamiento paliativo: buena posición, y cuidados de aseo. Las hernias congénitas voluminosas son muy graves; casi siempre una peritonitis produce la muerte poco tiempo después del nacimiento.


Hernia umbilical de la niñez.

Prodúcese en el momento del nacimiento o en los primeros días que se siguen. El tumor es por lo común pequeño y reducible.

Después de la reducción, se puede introducir el dedo en el anillo umbilical. Raro es que esta variedad de hernia permanezca, casi siempre se restablece espontáneamente; no incomoda a los que la tienen, jamás se estrangula.

Para favorecer la cura, preciso es reducir la hernia por la compresión y mantenerla con un braguero. Este braguero consta de un muelle elástico muy suave, y de una almohadilla en cuyo centro hay una prominencia esférica. A veces basta una simple faja, o una tira de esparadrapo que se aplica por encima de una bola esférica de marfil o de corcho. La bola está destinada a rechazar el intestino hacia la cavidad abdominal.

Hernia umbilical de los adultos.

Presenta un volumen variable, desde el de una arveja hasta el de la cabeza humana. Las vísceras contenidas son: el intestino delgado, el epiplón, el estómago, etc.

El tratamiento consiste en reducir el tumor y asegurar la reducción con bragueros.