ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO Y LOS INTESTINOS

HERNIA CRURAL

Salida del intestino o del epiplón por bajo del arco crural. Llámase arco crural a la margen interior y aponeurótica del músculo oblicuo mayor del abdomen, y el anillo crural es la abertura que forma el principio de la vaina que cubre la arteria y la vena femorales.

La hernia crural es mucho menos común que la inguinal; se encuentra más en la mujer que en el hombre: se conoce por un tumor globoso, situado en la parte media y un poco hacia dentro de la ingle, a unos 14 milímetros debajo del anillo inguinal; es un tumor oval, alargado en el sentido de la ingle.

Cuando la hernia crural principia a formarse, el diagnóstico no es fácil; y muchas veces hasta es ignorada su existencia. Cuando se sospecha que existe, preciso es examinar atentamente la región crural.

Acostado el enfermo boca arriba, la cabeza y el pecho levantados por las almohadas, los miembros abdominales colocados en un estado de media flexión y de aducción; en esta actitud, el index, aplicado sobre la abertura crural, puede percibir el choque del intestino durante los esfuerzos de la tos; los demás síntomas son: hinchazón general de la ingle, un dolor profundo que se propaga de esta región al vientre y al estómago, a veces náuseas.

La hernia crural desaparece comúnmente durante la preñez.

Es más grave que la hernia inguinal, porque rara vez puede curarse radicalmente; está más expuesta a la estrangulación; esta tiene una marcha acelerada, y necesita más veces la operación.

La hernia crural descuidada puede hacerse irreducible, ya por la hinchazón del epiplón, ya por sus adherencias. Cuando la porción no reducible es poco abultada, se aplica un braguero de almohadilla cóncava.

La estrangulación se conoce por la manifestación súbita de un dolor intenso, por la fiebre, náuseas, vómitos de líquidos biliosos, y después estercorales.