ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO Y LOS INTESTINOS
TRATAMIENTO DE LA HERNIA CRURAL
Para reducir la hernia crural, el enfermo debe acostarse boca arriba, la cabeza y la parte superior del tronco levantados por las almohadas, los muslos plegados en ángulo recto, y las rodillas juntas. Las partes fibrosas que concurren a la formación de la abertura crural están de este modo en relajación.
Si la hernia, poco voluminosa, no ha atravesado la pared anterior del canal crural, preciso es empujarla de abajo hacia arriba y un poco hacia afuera; pero cuando ha atravesado, lo cual tiene lugar casi siempre, principiase por la compresión de arriba a abajo, para hacer descender en frente de la abertura de la fascia la parte superior, que está plegada sobre el margen superior de dicha abertura; después, mientras se mantiene a esta altura con los dedos de ambas manos, comprímese de delante hacia atrás, y un tanto de dentro hacia afuera, con los dedos pulgares, como si se tratase de ¡mondarla en el muslo, y finalmente se empuja en la dirección del canal.
Hecho esto, se aplica el braguero. La almohadilla de este braguero debe tener poca anchura para no embarazar la flexión del muslo; la curvatura del muelle que inclina la almohadilla hacia abajo debe ser más fuerte que en el braguero inguinal.
Los medios empleados contra la estrangulación son los mismos que en la hernia inguinal.