ELECTRICIDAD
EXPERIENCIAS DEL USO MÉDICO DE LOS RAYOS X
Por lo que toca a las recientes tentativas hechas para el examen del cuerpo humano, así como a las experiencias terapéuticas verificadas por diferentes experimentadores, reproduciremos la excelente descripción hecha por el Dr. Parville:
Comienza a usarse ya, casi por todas partes, la visión directa por intervención de los cuerpos fosforescentes. Para el diagnóstico de los dolores internos se utiliza diariamente en Alemania el abanico fluorescente.
Los doctores Schaffer, Frank, así como el Dr. E. Grunmach, de Berlín, han comunicado últimamente los resultados de sus investigaciones examinando con un abanico fluorescente impregnado de cianurato doble de bario y de platina el cuerpo humano de alto abajo; distínguense perfectamente todos los contornos oscuros del esófago, del hueso hiode y de la laringe. Proyectando las radiaciones por detrás, sobre la caja torácica se ve la raya vertical oscura de la columna vertebral, de donde parten sombras horizontales estrechas que son las costillas.
En la parte inferior del tórax, a la izquierda, se nota una sombra pálida y estrecha, que es el diafragma, y a la derecha una raya ancha y oscura que está formada por el diafragma y el hígado juntos. Estas sombras se mueven en un espacio de 5 a 6 centímetros: son los movimientos del diafragma.
Por encima de este perfil se descubre la masa oscura del corazón, más oscura en el centro que en la periferia; se descubre también la sombra proyectada por la aorta ascendente. Se notan con facilidad los movimientos del corazón y las pulsaciones de la aorta.
Por último, dirigiendo las radiaciones sobre la región del epigastro, se pueden distinguir claramente la sombra del diafragma que se destaca del fondo del estómago. Después de dilatarse el estómago por medio de la ingestión de cualquier polvo efervescente se distinguen muy bien los contornos del estómago dilatado.
El Dr. Grunmach consiguió diagnosticar ciertas lesiones internas con un abanico fluorescente. En un caso se trataba de un individuo atacado de artero-esclerosis generalizada. Notóse un rebajamiento del diafragma, una enorme disminución de amplitud en sus movimientos. El perfil de la aorta era muy ancho y en las rayas oscuras que correspondían a las arterias coronarias, radicales y cubitales, se veían pequeñas estrías muy oscuras que representaban sin duda placas calcáreas asentadas en las paredes de estos vasos.
En otro enfermo que el Dr. Grunmach había tratado un año antes por una hemoptisis, los rayos X revelaron que en el pulmón derecho había focos calcificados que se manifestaban en el abanico por manchas negras.
Examinando el Dr. Grunmach a dos individuos acometidos de dolores valvulares del corazón notó que en uno de ellos la sombra de la aorta ascendente era ancha y muy oscura, mientras que en el otro dicha sombra era la mitad más estrecha y más clara: de donde dedujo que la artero-esclerosis había representado un importante papel en la patogenia de la lesión valvular del primor individuo, mientras que en el segundo individuo era completamente distinta la etiología de la afección cardiaca.
Se nos parece necesario insistir: diremos solamente que el examen directo por medio del abanico fosforescente es muy práctico haciéndose por él inmediatas investigaciones médicas.
Los resultados obtenidos en Francia confirman dicha utilidad. Desde luego podemos ver a través de las profundidades del cuerpo: es una revolución del problema que había sido considerado como imposible el año 1895.