DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES

PERCUSIÓN DEL PULMÓN

La sonoridad del tórax, en el estado de salud, varía según las regiones: es más clara por debajo de los sobacos y en las partes laterales del pecho; menos clara en el omóplato y en la región precordial. Esta última da, en una superficie de 4 centímetros cuadrados, un sonido a macizo que indica la extensión en que los pulmones no cubren el corazón.

Debajo de este órgano, la sonoridad del pecho por lo general se hace más clara que en los demás puntos, lo cual depende de la presencia del estómago y de los gases en él contenidos; a la derecha, en el punto correspondiente el sonido es macizo en razón de la presencia del hígado.

Los pulmones resuenan bien cuando están en su estado normal; pero cuando existe una congestión crónica parcial, pulmonía aguda o crónica, la apoplejía pulmonar, una tuberculización más o menos extensa, el achatamiento del pulmón por derrame seroso o sanguíneo de la pleura, manifiéstase en la parte correspondiente del tórax el sonido a macizo más o menos fuerte.

El sonido macizo en el ápice de uno de los pulmones casi siempre indica la presencia de tubérculos; pero puede depender también de congestión crónica o de pulmonía. El sonido macizo permanente en un punto del pecho depende de la induración del pulmón por la congestión, inflamación o tubérculos.

El sonido macizo móvil, cuyo nivel se disloca con los movimientos del enfermo, indica un derrame en la pleura.