DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES
AUSCULTACIÓN DE LA RESPIRACIÓN
Aplicando sobre el pecho de cualquier persona sana el oído desnudo o auxiliado por el estetóscopo, durante la inspiración se oye un ruido o murmullo suave y sonoro producido por el acceso del aire a las células del pulmón; y durante la expiración, un ligero murmullo más corto que el de la inspiración. En el estado de enfermedad, el ruido natural en la inspiración puede disminuir, cesar, aumentar o ser sustituirlo por otros ruidos muy diferentes, en una extensión más o menos considerare del pecho.
El murmullo respiratorio se hace menos perceptible al principio de las enfermedades del pecho, las cuales, llegadas al período más avanzado, en los puntos que ocupan, ocasionan la suspensión completa del ruido respiratorio. Esta suspensión tiene lugar en la neumonía en segundo o tercer grado, en la degenerescencia tuberculosa, en el enfisema, en los derrames de los líquidos serosos, purulentos o sanguíneos en la cavidad de las pleuras.
En ciertas condiciones, el murmullo flojo de la respiración normal es sustituido por un ruido más fuerte y más áspero, al cual se ha dado el nombre de ruido o soplo bronquial, traqueal o tubario. Se le supone producido en las principales divisiones de los bronquios, por el aire que deja de penetrar, o solo penetra con dificultad, en las últimas ramificaciones o en las vesículas que las terminan. Este ruido o soplo se oye particularmente cuando se coloca el oído sobre las partes endurecidas del pulmón, o en un punto correspondiente a algún derrame mediocre en la pleura. Se oye también al nivel de los bronquios dilatados y de las excavaciones producidas por la ulceración del tejido pulmonar; en este último caso se le ha designado con el nombre de respiración cavernosa.
El ruido o soplo anfórico es análogo al que se siente soplando en el cuello de una botella. Este fenómeno se produce así que el aire inspirado entra en una vasta cavidad hecha en el parénquima del pulmón, y sobre todo luego que penetra en la pleura a través del pulmón ulcerado.
El estertor o hervor crepitante es un ligero ruido que la auscultación descubre, y el cual puede ser comparado con el de la sal que estalla cuando se echa al fuego o se calienta. Consiste en burbujas secas, pequeñas, iguales entre sí, por lo común muy numerosas. Óyese casi exclusivamente en la inspiración, y no siempre impide que se distinga el murmullo respiratorio, que se hace menos perceptible en este sitio. El hervor que presenta estos caracteres solo se manifiesta en la neumonía en primer grado.