DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES

AUSCULTACIÓN DEL CORAZÓN Y PERICARDIO

En cualquier persona sana de edad proyecta, los golpes del corazón solo se sienten en el espacio comprendido entre los cartílagos de la quinta y séptima costillas esternales, y en los puntos en que corresponden con el esternón. El choque o impulso es una sensación de levantamiento o de percusión, que los movimientos del corazón imprimen en el oído o en la mano del observador.

Cuando la conformación del corazón está en la más perfecta armonía con la de las otras partes, esta impulsión es muy poco notable; muchas veces no se siente: aumenta bajo la influencia de las causas que aceleran las pulsaciones de esta víscera, y vuelve a su tipo normal por la eliminación de estas causas. En la hipertrofia del corazón, este impulso se hace tanto mayor cuanto mayor es el espesor de las paredes del órgano; a veces llega hasta el punto de levantar la cabeza del auscultador.

Naturaleza e intensidad del ruido.

Cuando se aplica el oído o el estetoscopio sobre la región del corazón de un individuo sano, se distinguen alternativamente dos ruidos diferentes: el primero, sordo y prolongado, coincide con la contracción ventricular, y es isócrono con el pulso. A este ruido sucede otro más claro, más acelerado, producido por la dilatación de los ventrículos.

Ruido o suplo de fuelle.

A menudo sucede que los ruidos del corazón son reemplazados, o encubiertos por el ruido de fuelle, de este modo llamado por parecerse con toda exactitud al producido por dicho instrumento. Esta circunstancia deja entrever una alteración en los orificios del corazón o de sus válvulas.

Pero el ruido de fuelle, por fuerte que sea, no indica ninguna enfermedad del corazón particularmente; porque, por una parte, puede existir en casi todas las afecciones de esta víscera, y por otra puede faltar entre las más graves de ellas, especialmente en las estrecheces de los orificios.

El ruido de fuelle puede existir en las pericarditis simples, en las hipertrofias, y particularmente en las hipertrofias concéntricas. Pero las estrecheces fibrosas, y la insuficiencia de las válvulas, son las lesiones del corazón que con él suelen coincidir casi siempre. También existe frecuentemente en los casos en que la acción del corazón viene a aumentarse sin lesión material en su tejido, como en las palpitaciones nerviosas.

Por último, encuéntrase igualmente en los individuos pletóricos, en las mujeres embarazadas, pero principalmente en los individuos anémicos, en las jóvenes cloróticas, y después de las hemorragias abundantes. De estos hechos resulta que el ruido de fuelle se desarrolla en condiciones muy variadas y hasta opuestas.