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EL ARTE DE RECETAR

EJEMPLOS DE FÓRMULAS Y RECETAS


La base, como parte esencial de una receta, no debe faltar nunca. El auxiliar, el excipiente, el correctivo y el intermedio, por el contrario, pueden dejar de existir, sin que por tanto la receta esté peor hecha o sea menos completa.

En esta poción vomitiva:
Tártaro estibiado... 5 centígr. (Base)
Agua... 120 gramos (Excipiente)
El tártaro estibiado es la base; el agua, el escipiente.

En la mixtura balsámica de Fuller, cuya receta es la siguiente:
Copaiba... 60 gramos (Rase)
Yemas de huevo... 2 (Intermedio)
Jarabe de Tolú... 60 gramos (Correctivo)
Vino blanco... 125 gramos (Excipiente)
I,a copaiba es la base, las yemas de huevo el intermedio, el jarabe de Tolú el correctivo, y el vino blanco el excipiente.

En la pomada de Helmerich:
Azufre sublimado y lavado... 10 gramos (Base)
Subcarbonato de potasa... 5 gramos (Ayudante)
Agua destilada... 5 gramos (Excipiente)
Aceite de almendras dulces... 5 gramos (Correctivo)
Mantecado cerdo... 35 gramos (Excipiente)
El azufre es la base, el subcarbonato de potasa el ayudante, el agua destilada y la manteca los excipientes, y el aceite el correctivo.

Generalmente hablando, es inútil emplear todos los elementos en la formación de un medicamento compuesto: tanto más que la sencillez es una de las condiciones esenciales de las preparaciones farmacéuticas. Acontece también que la misma sustancia llena muchas de estas indicaciones, viniendo a ser simultáneamente excipiente, correctivo e intermedio.

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