ANTISEPSIA, ASEPSIA E HIGIENE

DESINFECTANTES FIJOS

Cloruro de cal.
Se emplea de ordinario puro. Salpícanse con él las paredes y piso de los retretes y urinarios. También se puede desleír en agua hasta formar unos puches espesos de que se tienden capas sobre las paredes, Frecuentemente se deja de respeto en los retretes una taza llena de cloruro de cal, pudiéndole activar el desprendimiento gaseoso por medio de agua avinagrada. Es pues el cloruro de cal un desinfectante sólido que obra por contacto y un desinfectante gaseoso juntamente. Pero tiene el inconveniente de despedir olor sofocante y no puede emplearse en el cuarto de los enfermos.
Para desinfectar la ropa manchada de materias procedentes de vómitos o deyecciones, se sumergen media hora por lo menos en la mezcla siguiente: cloruro de cal, 1 tacita de café y agua, 10 litros. Después de sacarse la ropa de esta solución, se exprime ligeramente y se da aun húmeda a la lavandera.

Cloruro de zinc.
Es un desinfectante inodoro muy enérgico, pero sólo obra por contacto y no despide productos volátiles. En el comercio, se halla el cloruro de zinc en solución acuosa concentrada, que marca 50° en el areómetro de Baumé.
Para lavar los retretes y orinales se emplea la siguiente mezcla: cloruro de zinc líquido de 50°, 1/4 de litro y agua 3/4 de litro.
Para desinfección de la ropa se usa esta otra mezcla: cloruro de zinc líquido de 50°, 1/4 de litro y agua, 10 litros. No mancha la ropa esta solución, por ser blanco el sulfuro de zinc procedente de los compuestos sulfurados que siempre se contienen en las materias excrementicias, no teniendo pues ningún inconveniente la formación de dicho compuesto.
Es incolora y para evitar equivocaciones, se puede teñir levemente con un color de anilina.

Cloruro mercúrico, sublimado corrosivo.
Como desinfectante enérgico se pueden emplear soluciones acuosas de 1/100. Se disuelve la sal en el agua, ya directamente, ya por medio de un cloruro alcalino.
Sublimado corrosivo 10 gramos
Sal marina o sal amoníaco 10 gramos
Agua 1000 gramos
Es por desgracia muy toxica esta solución y ataca los vasos y piezas metálicas, dando un sulfuro negro que mancha la ropa impregnada de materias sulfuradas. Es prudente darle color, como indicamos para el cloruro de zinc.

Sulfato de hierro.
Se emplea ya en polvo grueso que se echa en los retretes, ya en solución de: sulfato de hierro, 250 gramos y agua, 1 litro.
El sulfato férreo no es un desinfectante enérgico, pero sí quita el mal olor. Es útil para desinfectar una alcantarilla antes de limpiarla. Se echará de tiempo en tiempo en las letrinas que despidan mal olor. Pero no se olvide que en caso de epidemia, no constituye un desinfectante de bastante energía.